domingo, 5 de octubre de 2008


Pero ni las definiciones de la muerte ni la existencia comprobable de la catalepsia pueden explicar el mito tan difundido de los Enterrados Vivos, cuya inquietante popularidad parece haber dado origen al velorio de 24 horas, tal cual hoy lo conocemos.

Son
numerosos los ejemplos que se relatan de boca en boca y ahora a través de Internet.El más notable cuenta que durante el conflicto de Vietnam se conoció que muchos de los cadáveres de soldados que retornaban para ser sepultados en su país, presentaban signos de haber vuelto a la vida dentro del féretro.

La leyenda del famoso animador Héctor Coire, pionero de la televisión argentina, en la que se asegura que, al ser abierto el cajón, se hallaron marcas de rasguños en el interior de la tapa y su cuerpo dado vuelta, boca abajo. También se agrega el caso de Alfredo Gath, uno de los dueños de la tienda Gath & Chaves que, como temía ser enterrado vivo, preparó un féretro que se abría por dentro y contenía una campanilla para dar la alarma.


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